10/10/09

Volviendo a los incios...



Saludos a todos. 

Como bien dice el título de este reportaje, "La Patrulla Abejorro" ha querido realizar un autogiro con las características de los primeros modelos diseñados por el inventor de esta aeronave D. Juan de la Cierva y de los modelos que posteriormente bajo licencia fueron diseñados y construidos por D. Harol Pitcairn. 

 Algunos nos preguntamos qué sentido tiene el hecho de que una aeronave tenga ala fija y rotor (ala giratoria), si con la primera ya vuela; la razón es muy sencilla y fue el fundamento en el que se basó el inventor de esta maravilla volante, "impedir que a baja velocidad la aeronave entre en pérdida". 

Vicente Casas ha convertido uno de los autogiros que habitualmente vuela con la configuración normal (sin alas), a esta otra, dotando al autogiro de alas y cambiando el empenaje de cola entre otras modificaciones que más adelante nombraremos.

 

Por supuesto uno de los grandes protagonistas de todas estas hazañas es nuestro piloto de pruebas "Paquito" que, a pesar de todos los tropiezos, no cesa en su empeño.

 

Uno de los cambios principales es la ausencia del mando rotor, sustituida por los alerones y la profundidad, quedando totalmente fijo exceptuando la posibilidad de corregir la incidencia del rotor, aspecto muy importante a la hora de poder hacer correcciones para mejorar la calidad del vuelo. Y una constante ya es el sistema de prelanzado eléctrico imprescindible para un buen prelanzado del rotor antes de iniciar el despegue.

 

El sistema de ajuste es muy sencillo, se basa en una varilla conectada por una rótula a la cabeza rotor y por el otro extremo a un punto de enganche a través de un kwick link, mediante el cual regulamos la altura de la varilla en función de los grados requeridos.


El ala del autogiro está dividida en dos semialas, de 680 mm de envergadura incluyendo la orejeta del borde marginal, esta última colocada con un ángulo de 35º, con una cuerda de 200 mm constante. La sujeción al fuselaje se hace mediante dos bayonetas de acero y unas riostras superiores para darle la rigidez necesaria, los alerones están distribuidos a lo largo del 90% de la envergadura de la semiala, dándole un 20% de anchura con respecto a la cuerda de la misma. Los grados de diedro empleados para este montaje han sido de 4º.

 

Las riostras empleadas para la sujeción del ala han sido elaboradas en varilla de 2 mm, forradas con tubo de carbono, y unidas por dos rótulas en el primer tercio de la semiala a un perno de aluminio colocado en el larguero central. Desde este perno se distribuyen en forma de "V" las dos varillas hacia el fuselaje donde se conectan a sendos pernos de aluminio mediante un Kwick link en cada una de las varillas, dotando así a la semiala de la rigidez necesaria.

 

La envergadura del rotor no se ha variado con respecto a los utilizados en la configuración normal, demostrando su capacidad de sustentación en los vuelos a baja velocidad, contando con la resistencia que ejerce el ala, que a esas velocidades no sustenta.

 

Y por último, el empenaje de cola se ha realizado variando su estructura en el plano horizontal dotándole del mando de profundidad y retirando las orejetas sustentadoras que habitualmente llevan en la otra configuración, no modificando el plano vertical.

 


A continuación una serie de vídeos con los distintos momentos del vuelo: 



 


Ajustes:

Incidencia motor: -5º
Incidencia del ala: 0º
Incidencia del timón de profundidad: 0º
Incidencia del plato rotor: +1,5º (teniendo en cuenta que las palas tienen +2º)
Ángulo de picada: -6º
Eje de giro del rotor viene a 1/3 de la cuerda del ala.
Palas de 60 cm de longitud, 


 Conclusión:

Esta configuración de autogiro es más cómoda de volar por varias razones: 

 - La primera es que al llevar ala, la perspectiva en vuelo cambia totalmente y el riesgo de confundir la posición de vuelo disminuye considerablemente. 

 - La segunda es que al dotar de ala al autogiro ya no dependes tanto del rotor puesto que a velocidades medias-altas, el ala genera su propia sustentación. Pero también existen inconvenientes por decirlo de alguna manera, y es que cuando el autogiro vuela a muy poca velocidad o únicamente cuando se sustenta a través del rotor, el mando de alerones se convierte totalmente inoperativo por la falta de flujo de aire, por lo que el único mando operativo para corregir o variar la dirección del autogiro en este tipo de vuelo será el timón de dirección. 

 En definitiva, nuestra valoración de esta configuración (con alas) con respecto a la anterior (sin alas) es totalmente positiva y recomendable salvando gustos. 

 Buenos vuelos.